Esta temporada vuelve un icono: las botas Dr Martens. Hasta las mas fashionistas están cambiando sus zapatos de tacón por unas botas moteras. Diane Kruger iba monísima en el festival de Venecia con un minivestido y unas botas negras. Aunque seguro que no tienen tanta historia como las mías. Y es que mis Martens han cumplido ya los 14 años. Sí, sí, en serio, son como un hijo adolescente. El tiempo pasa volando. Y es que guardar tiene su recompensa en el mundo de la moda, porque todo vuelve.
Mi novio siempre me dice: “por qué no tiras esto, si ya no te lo vas a poner”. Espera 10 años y ya verás...
Pero para mí guardar tiene un matiz sentimental. Hay prendas a las que les tienes un cariño especial, y las guardas años y años. Como esa típica camiseta, casi transparente y con pequeños agujeritos que no sobrevivirá a un lavado más.
Y estoy contenta porque este otoño las botas Martens volverán a estar por todas partes, aunque no cambio mis viejas botas por unas nuevas, sería una traición. Así que esta mañana, me las he vuelto a calzar, como si no hubiese pasado el tiempo para ellas (ni para mí) encima de mis tejanos pitillo con los cordones desatados y siento que estoy a la última.
Mi novio siempre me dice: “por qué no tiras esto, si ya no te lo vas a poner”. Espera 10 años y ya verás...
Pero para mí guardar tiene un matiz sentimental. Hay prendas a las que les tienes un cariño especial, y las guardas años y años. Como esa típica camiseta, casi transparente y con pequeños agujeritos que no sobrevivirá a un lavado más.
Y estoy contenta porque este otoño las botas Martens volverán a estar por todas partes, aunque no cambio mis viejas botas por unas nuevas, sería una traición. Así que esta mañana, me las he vuelto a calzar, como si no hubiese pasado el tiempo para ellas (ni para mí) encima de mis tejanos pitillo con los cordones desatados y siento que estoy a la última.
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