Por fin, la Señora Rata volvía a su ciudad natal: la bella París. Allí la contrató Christian Dior para trabajar codo con codo con él y su equipo. En aquel momento, a finales de 1947, el jefe del atelier de Dior era un modisto con una gran carrera por delante: Pierre Cardin.
Cardin tenía ideas propias acerca de cómo vestir a la mujer: prefería las formas y motivos geométricos a la formas femeninas. De hecho, diseñó una moda unisex y vanguardista que a Gertrude no le acababa de seducir. A pesar de sus diferencias de estilo, fueron grandes amigos y lo siguen siendo: acostumbran a cenar juntos en el célebre restaurante Maxims que Cardin compró en 1981.
Pierre Cardin abandonó Dior en 1950 para crear su propia casa, pero poco después contrataron a otro de los grandes del mundo de la moda: Yves Saint-Laurent. La Señora Rata fue clave en la carrera de este modisto, pero los detalles los dejamos para el próximo capítulo.
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