jueves, 26 de noviembre de 2009

Memorias de la Señora Rata - Capítulo I

Supongo que os habéis fijado que en nuestro sofá tenemos un cuadro que presidie nuestras conversaciones. Es un bello retrato de una de las celebridades del mundo de la moda. Ella es la Señora Rata y ésta es su increíble y apasionante historia.

En una cochambrosa pero burbujeante calle del París de 1904 nació una pequeña ratita que llegaría a ser muy grande. Fue la decimoctava hija de una numerosísima familia que era, nunca mejor dicho, más pobre que las ratas. Poco se sabe de sus primeros años junto a sus 210 hermanos, pero parece ser que en su adolescencia levantó el puño al cielo y a lo Escarlata O’Hara se juró a si misma que “nunca volvería a pasar hambre”.

Empezó a buscarse la vida compaginando varios trabajos hasta que un día cayó desmayada por el agotamiento frente al número 21 de la rue Cambon. Cuando abrió los ojos pensó que había muerto y estaba en el cielo: se encontraba en una cálida habitación rodeada de los trajes más maravillosos que jamás hubiera visto. “¿Esto es el cielo?” preguntó con un hilillo de voz y como respuesta escuchó una fuerte risa. “Sí cariño, lo puedes llamar así”. Era la magnífica Coco Chanel: estaba en la primera tienda de la renombrada modista francesa.


Coco y la Señora Rata enseguida se entendieron bien y empezaron a trabajar juntas. Coco le dio algunas clases de corte y confección que ella asimiló rápidamente. Pronto se demostró que nuestra heroína tenía un don para la costura y aportaba ideas frescas e innovadoras que Coco sabía aprovechar. Juntas crearon esa moda sencilla, moderna y cómoda en la que se buscaba la libertad de movimientos. Diseñaron prácticos pantalones, reinventaron el pijama e incluso idearon ropa de deporte para las damas. De hecho, fue la Señora Rata quien convenció a Coco para crear su propio perfume, el famosísimo “Chanel n.5”.

Formaron un gran equipo hasta que Hollywood se interpuso en su camino. La Metro llamó a Coco y se fueron juntas hacia la meca del cine sin contar que su destino tenía otros planes… Pero esto es otra historia. Todos los detalles en el próximo capítulo.

2 comentarios:

  1. Cierto jijij, pero es que el broche lo hice yo :P

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  2. Woooow!! Es como Ratatuille en version modaa!! jejej a ver cuando siguen estas aventuras :)

    Un bso!

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